Haz de mí lo que quieras, soy arcilla en tus manos.
Modélame con ellas, seguras, de escultor.
Me quedaré muy quieta, (hasta hablar sería en vano,)
tus fantasías vuelan, lo veo en tu temblor.
Recorrerás mil rumbos sobre mi cuerpo quieto,
con tus ojos, tus manos y tus besos, amor.
Nos llevará la noche por caminos sin sombras
hasta que el sol nos bañe, rendidos, a los dos.
Entonces al mirarnos, al tocar nuestras manos,
al ver, por la ventana, las flores de color,
Diremos :- no fue un sueño- fue solo la locura
de amarnos sin medida, como locos los dos.
Saldremos de la casa, descalzos por el parque
a respirar el aire de glicinas en flor.
Caminaremos lento, y al llegar hasta el río
mojarás mi cabello que enredado quedó.
Me sentaré a tu lado, veré correr el agua
tan mansa y cristalina como espejo del sol,
y soñaré que luego, al morir esa tarde,
reviviremos juntos el éxtasis de amor.
Mar del Plata - Argentina
Tu espíritu fundido en la materia,
es un conjunto de curvas armoniosas,
una estampida de belleza delirante,
invadiendo los espacios de mi tiempo.
Es un jardín con flores perfumadas,
donde mi cuerpo se impregna de tu aroma.
Es el lecho donde descansa la locura,
de los eróticos sueños que atesoro.
El alimenta el morbo del pecado
y sin quererlo te convierte en cómplice,
de esta locura de amor que se desata.
Amenazando terminar en una orgía,
a nuestros cuerpos que viven del deseo.
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